Escribimos a menudo nuestras aventuras en este blog pero pocas veces os contamos como se desarrolla el viaje dentro de cada uno de nosotros. Es algo muy personal y por ello solo hablare por mi mismo.

Cuando ya llevamos mas de tres meses de viaje, el viaje deja de ser viaje. En estos momentos, y sin tener fecha de vuelta, la sensacion se parece mas a la que tuve el año pasado en Francia. Estamos viviendo en Asia. Nos movemos. Cambiamos de sitio pero no dejamos de vivir en este gran pais. Vistamos monumentos y ciudades aunque hace tiempo que para mi dejo de ser este el motivo principal del viaje. Aun asi aqui tenemos una gran dificultad que no teniamos en Francia: el idioma. La gran mayoria de los habitantes de esta region del mundo no hablan ni ingles, ni español, ni frances. Por eso la mayoria de amigos que hacemos son extranjeros.  Aun asi, el trato diario nos va marcando poco a poco y somos capaces de comprender a los mas diferentes.

El hecho de hacer un viaje tan largo a algunos puede parecerles una locura pero le da un cariz de continuidad y de aprendizaje que no tiene un viaje cualquiera. No es un viaje de ocio por muy ociosos que estemos y mucho tiempo libre que tengamos. Las dificultades vividas y las novedades nos hacen aprender infinidad de cosas y la duracion del viaje y tiempo para aplicarlas hace que sean lecciones menos perecederas. La interaccion con tanta gente diferente es el punto estrella ya que debilita nuestros prejuicios y ayuda a relativizar los problemas propios. Ademas nos ayuda a valorar el momento instantaneo como centro de operaciones. Esta vision ayuda a plantearse cualquier otro proyecto futuro con mas tranquilidad y confianza.

En definitiva, si tengo que hacer un balance de los tres primeros meses de viaje no podria hacerlo de forma mas positiva. Ademas de un viaje de turismo por todos los paises que estamos visitando, hemos encontrado un pequeño hogar en movimiento con amigos en movimiento y palabras de papel que no terminan de conectarnos con la tierra pero que nos hacen volar con otros que tambien vuelan como nosotros, cruzandonos o en paralelo, algunos mas rapido, otros mas lento y otros tan solo de forma diferente. Todos ellos nos enseñan como hacerlo y tambien nos observan para aprender siempre algo nuevo.

Esta es la experiencia de sentirnos viviendo en Asia. Nunca hubiera esperado esta sensacion y es precisamente lo que la hace tan espontanea, tan suave y agradable, tan abierta como este rumbo que ya nunca podra estar cerrado para nosotros. Un poquito de esta sensacion de movimiento nos acompañara toda la vida de una forma u otra y en cada palabra y cada saludo, en cada decision, pasion, vuelco y remonte de ahora en adelante, tendra un pequeño espacio y formara parte de la razon y del todo, estando marcada por los que un dia nos cruzaron en este nuestro pequeño rumboabierto.

Seguimos en rumbo para contaoslo a vosotros y para que el viento nos siga trayendo tantas cosas que queremos oir y tantas otras que no queremos pero que llegaran inexorablemente. Hasta pronto.