Ya quedan lejanos los dias en Kuala. De ellos, recordamos las sabias palabras que un dia emergieron de la glotis de nuestro queridisimo Jesus-Christ Indio. Seguimos su consejo y decidimos aventurarnos en la exploracion de Java. Entre los hitos a visitar, estos dos eran fundamentales.
A ninguno nos gusta en exceso madrugar. El remoloneo siempre ha formado parte de nosotros. Para mi de hecho es uno de los mejores momentos de descanso. Puedes volver a dormirte en cuestion de segundos. Sin embargo, de vez en cuando, los pequegnos sacrificios merecen la pena… A las 4.15 suena el despertador. A las 4.45 nos levantamos. Aun en este caso el remoloneo es posible.
Con los ojos hinchados salimos del hostal. Nos recibe el responsable de la agencia de tours turisticos con la que hemos contratado la visita a los templos. Nos subimos al minibus y engullimos raudos bollos rellenos de chocolate industrial con sabor a gloria. Nos falta el cafe.
Una hora despues llegamos a Borobudur. Adquirimos nuestras entradas y comenzamos a dirigir nuestros pasos hacia el templo.
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Borobudur es una estupa budista relacionada con la tradición MahÄyÄna. El monumento consta de seis plataformas cuadradas coronadas por tres plataformas circulares, y está decorado por 2.672 paneles de relieve y 504 estatuas de Buda. El templo es un santuario y lugar de peregrinaje budista. El viaje de los peregrinos comienza en la base del monumento y continúa por un camino que lo rodea, mientras asciende hasta la cima a través de los tres niveles de la cosmologÃa budista. Durante el viaje, el monumento guÃa a los peregrinos a través de un sistema de escaleras y corredores (wikipedia.org).
Al alcanzar la cima nos relajamos. Pero por poco tiempo. Llegan las (y los) colegial@s con sus camaras fotograficas. Despues de un rato decidimos volver a la base.
Nos queda una sensacion agridulce tras la visita. El misticismo disminuye por el atracon turistico que el monumento recibe dia tras dia. Sin embargo los primeros minutos de ascension, entre galerias y corredores repletos de imagenes talladas de la vida de Buda antes de serlo, resultan impagables e inolvidables.
A media magnana desayunamos de gratis. Subimos de nuevo a la furgonetilla y viajamos en direccion a Prambanan. Antes de llegar a nuestro destino paramos en un par de pequegnos templos llenos de encanto, en arrozales o en un cultivo de pequegnos palmerales de Salak, rica fruta que huele a amoniaco y sabe dulce.
A mediodia por fin nos detenemos en el Templo Hindu de Prambanan. Nuestra primera impresion es de asombro. No imaginabamos que tan cerca de Borobudur, la estupa budista mas grande del mundo, pudieramos encontrar un complejo de templos hindus como el que teniamos delante.
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Prambanan es un conjunto de 240 templos dedicados a Shivá, construidos a lo largo del siglo IX bajo la dinastÃa Sanjaya del primer Reino de Mataram en la región de Java Central. Una inscripción fechada de el año 856 marca lo que es posiblemente su piedra fundacional (wikipedia.org).
La siguiente sensacion es de pena e incluso disgusto. Un terremoto en el 2006 causo graves dagnos en muchos de los templos. No podemos acercarnos a ellos. No podemos perdernos ni explorarlos. Aun asi nos conformamos con observarlos. Pensamos en la idea de la convivencia entre culturas y religiones tan influyentes como la Hinduista y la Budista en este lugar hace diez siglos. Nos parece increible que algo asi pueda llegar a darse.
La visita termina, y como otro cualquier dia de duro turismo, decidimos recluirnos en nuestros zulo, mascar almohada, y sognar con tiempos remotos en Java, Indonesia.