monte Bromo

Suena el despertador, hacemos rapidamente la mochila con un poco de abituallamiento y algo de agua, la temperatura es baja para lo que estamos acostumbrados y la altitud a unos 2200 m. del nivel del mar, son las 4 de la magnana y estamos en el Monte Bromo, Indonesia.

 Seguimos las indicaciones del regente del hostal, un indones achaparrado que habla un ingles un tanto epileptico, y que nos indica el camino hacia un mirador donde poder observar tamagna maravilla.

 Teniendo en cuenta que hemos dormido cuatro horas, que no se ve absolutamente nada, que solo contamos con un par de frontales y un plano dibujado a mano en plan croquis… tubimos suerte de llegar sin… incidentes.

La foto es un pequegno retrato a mano alzada comparado con estar alli, pero sirve para que os hagais a la idea, despues de ver despuntar el sol sobre un par de volcanes activos y uno durmiente, la niebla cubre toda la zona, y tras tomarnos un refrigerio nos decidimos a ir al mismisimo crater, si, a fumar un poco de azufre y CO2.

La altiplanicie sobre la que se situan dichos volcanes es increible, parece como si hubieran alisado miles de km2 de superficie de arena volcanica y los hubieran rodeado por unas bonitas cordilleras, plantando en el medio tres volcanes, dos de ellos humeantes.

Tras recorrer el camino hacia base del volcan unas improvisadas escaleras cementadas nos llevan hasta el mismisimo borde, subimos jadeando y asomamos la cabeza dentro.

Una humareda impresionante sale de aquel gigantesco crater, decido sentarme con los pies colgando hacia dentro y pienso que si me precipitara … seria un final con estilo.