Por fin entramos a este gigante que no para de depararnos sorpesas. La entrada ya fue de por si, un tanto especial…a Antonio y a mi nos retuvieron en la frontera, todavia no sabemos muy bien  porque, pero desde entonces todo han sido buenas sensaciones. La primera impresion fue bastante impactante…nadie hablaba ingles, todo estaba en un alfabeto con el que no estabamos familiarizados, la ciudad a la que llegamos (Nanning) era un monstrenco en pleno crecimiento, edificios enormes de oficinas con enormes centros comerciales por todos los lados, y sobretodos chinos muchos chinos…jejeje bueno eso era de esperar, pero los mas curioso es que apenas se ve un occidental, a diferencia del Sudeste Asiatico. Despues de disfrutar de la rica comida local y de alucinar con la tecnologia y modernidad con la que cuentan estos chinos, nos dirigimos a Yangshuo.
En teoria un reducto de todo viajero occidental, Yangshuo encuadrado en la region de Guanxi, es ante todo un parasiso de la naturaleza (que por lo visto los chinos no valoran mucho) donde se puede disfrutar de paisajes increibles, y de impresionantes picos de roca caliza alla donde tu vista alcance. El tiempo no nos acompanio mucho (puesto que pasamos muuucho frio) pero la ciudad nos acogio de forma maravillosa y decidimos alargar nuestra estancia alli, lejos de las ruidosas ciudades chinas…Rutas en bici, trekkings, escalada amateur (con cierto peligro eh Antonio jejeje) en definitiva una bonita fusion con la naturaleza, la ciudad, enclavada en un valle imposible, y hasta donde se pudo con la gente. Y es que nuestras nociones de chino no son muy buenas y las de ingles de los chinos escasas por no decir nulas…pero tambien es gracioso ver como nuestras habilidades gesticulantes van mejorando dia a dia.
 Sin muchas ganas de separarnos de aquel paisaje pero con la idea de seguir ruta, decidimos emprender una de esas palizas viajeras que tanto amamos ultimamente… Primero bus por la maniana y a media tarde un tren nocturno que nos dejo en Kunming a las once de la maniana del dia siguiente. Y un fuerte impacto de nuevo: La estacion de tren repleta de grupos de gente etnicamente muy distintos a los chinos, una variedad de etnias minoritarias que, en Yunnan la nueva region a la que habiamos llegado, representan el 50 % de la poblacion. Y de nuevo la duda…a donde nos dirigimos? decidimos un lugar, no hay billetes. Cambiamos el chip, nuevo destino, ahora en bus, Lijiang, a ver que tal. Increible es de nuevo la respuesta. No escogemos al azar los lugares a los que vamos pero eso no quita para que no dejen de sorprendernos.
 Imaginaros la tipica imagen de ciudad china con casas bajas de adobe, teja, madera y farolillos por doquier, calles empedradas y comerciantes en cada esquina intentando sacaros unos yuanes por cualquiera de sus productos, todo ello aderezado con una montania de mas de 5500 metros de alturas a los pies de la ciudad, imaginaros eso y nos vereis a nosotros, alucinando con cada recodo de la ciudad, con la montania, los lagos y con la gente que puebla este lugar. Son los Naxi, una tribu de origen tibetano y de creencia animista que visten un curioso traje azul y que cuentan con una fuerte tradicion y costumbres, entre las que mas llaman la atencion, sus bailes y su musica, que desde nuestro punto de vista tiene un toque muy andino…coincidencia? Y de nuevo el mismo plan, disfrutar de aquel maravilloso entorno con la bici, andando…Hasta que se nos ocurrio hacernos un trekking por una tal Garganta del Salto del Tigre, madre mia que gran decision…