Lijiang estuvo muy bien, encantador, pero yo personalmente buscaba algo mas tranquilo, menos chinorris turistas y mas ambiente rural, mas olor a campo. Dali nos ha ofrecido todo eso y mas, una buena variedad de comistrajos a todas horas (raviolis chinos, patatas bravas, dumplers, bolleria fina, fruta fresca), una cordillera montagnosa de picos de mas 4000 m. a los que saludamos todos los dias, viejunos a cascoporro, garitos alternativos de talante subversivo, millas y millas de verdor, trekkings por la montagna, paseos por el pueblo, un acogedor salon para ver peliculas… un ambiente especial nos invita a reconciliarnos con el rumbo.

 

 Ha sido una buena manera de despedirnos de Mustang, hemos sido anestesiados con la quietud de este pueblo para decirle hasta pronto. Y asi transcurren los dias, de manera pseudorutinaria, con tranquilidad, viendo pasar los dias y reflexionando, asimilando…

Tenemos pensado una pequegna ascesion al Cangshan (4100 m)haciendo escala en un albergue de montagna situado a casi 3000 m., despues ya se vera como apunta la brujula, de momento el Tibet esta fuera de nuestro control, algo huele mal en todo ese asunto, el gobierno mantiene un estado militar en Lhasa y ha desalojado a todo turista para que no se puedan ver las barbaridades que estan cometiendo, otra vez se aplica el ojos que no ven… civiles y monjes asesesinados.

Free Tibet.