Tras un mes viajando sin parar y 18500 km recorridos en aviones, trenes, barcos, ferris, motos, coches, furgonetas, buses, taxis, tuk tuks, y unos triciclos llamados rickshaws en los que un famelico indones le daba cagna a los pedales, hemos permitido darnos nuestro merecido descanso, no penseis que esto del mochileo es tan facil. El no tener un hogar fijo, andar con las mochilas de alla para aca, planificar el transporte, horarios, tarifas y lo mas importante, la sensacion de que maniana o pasado te tienes que marchar otra vez es lo que supone mas desgaste fisico, mental, y monetario.
La llegada a Bangkok fue gloriosa, sin sacar la guia sabiamos cuanto dinero sacar, cuanto cuesta el transporte, la comida, donde alojarnos, y lo que nos quedaba por ver. Los cuatro coindidimos en que fue como llegar a casa y nadie saco el el tema de: cuando nos vamos?.
El tiempo pasa rapido cuanto realmente disfrutas de tu tiempo libre, nos hemos tomado todo el necesario para dormir, comer, pasear y sobre todo: comprar. Unas cuantas camisetas estilosas y unos cuantos pantalones hippiescos eran indispensables para reemplazar los caidos en batalla, ya fuera por roturas, perdidas o por un acusado hedor.
Ahora nos toca volver a meternos en el rumbo, abierto a cualquier propuesta sensata o no, pero con el amargo resgustor que deja la partida de uno de nosotros, para el que apartir de ahora sera un rumbo… CERRADO!
No te olvidamos Hans.
pantalones hipiescos??? YO QUIERO!!!!!!!!
besicos