Uno de los mayores atractivos de Luang Prabang es visitar sus alrededores. Se pueden visitar varias cataratas, cuevas y demas parajes naturales a los que al llegar te toca desembolsar una pequenia cantidad de dinero.
En uno de esos dias de relajo, en el que nos levantamos tranquilamente sin tener pensado mucho el que hacer, se nos acerco un ya mitico conductor de tuk-tuk mientras desayunabamos y nos ofrecio llevarnos a unas cataratas de las que nosotros por supuesto no habiamos oido hablar nunca. Al final resulto que el sujeto se habia parado especificamente a ofrecernoslo y cuando nos montamos en el coche-furgoneta-tuk-tuk ya habia seis sujetos esperando a que nos decidieramos a ir o no. Y que buena decision tomamos! Sin duda las cataratas mas espectaculares que hemos visto en el viaje. Mas que grandiosas por su tamanio, impresionaban por el color de sus aguas, un azul turquesa brillante que casi hacia danio a los ojos con su belleza. Y la cantidad de caidas que tenia…Habia una grande si, pero si seguias el curso del agua encontrabas decenas de pequenios ( y no tan pequenios) saltos de agua, dejando danzar libre el agua en el aire, las rocas y de nuevo en su propia esencia. Increible y mas que recomendables!