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En momentos de confusion, con nuestro proximo destino bloqueado, nos sentimos por unos momentos sin ideas claras de que hacer en estas tierras. Finalmente como tantas otras veces nos echamos al monte. Que buena decision tomamos. El primer dia subimos al ya mitico Higerland Inn, un albergue de montagna aislado a una hora de Dali andando en la montagna de enfrente. En realidad se puede coger un telesilla y subir a un templo a unos 100m del albergue, pero nosotros lo hicimos a pie.
Los cuatro dias en el Higerland fueron de montagnismo y de familiaridad. Las bajas temperaturas nos reaunian alrededor de una estufa de lena con las dos encargadas y el abuelo. La casa estaba llena de animales y los perros jugaban con los gatos y pedian carantognas o acurrucarse con nosotros por las noches. Patos, gansos, conejos y mas perros pasaron frio con nosotros. Han sido unos dias de estufa, acostarnos muy prontito y caminar mucho.
En el Higherland Inn, pudimos charlar con varias personas que hablaban normalmente ingles, lo cual hemos echado de menos en China y nos ha servido para conocer los detalles de la cultura Bai, propia de la zona y de Yunnan. Ademas de compartir estos dias con esta amable gente, pudimos practicar meditacion en la cueva taoista y utilizar su taller de pintura para decorar nuestro mitico remo. Lo pintamos de muchos colores y decidimos que despues de haber sido encontrado en el mar del sur de Vietnam, y de haber sobrepasado los 4000m en China dos meses mas tarde, este podria ser su mejor lugar de reposo. Despues de decorarlo se lo entregamos a los del albergue y asi pasara a formar parte de la decoracion de este entragnable lugar por siempre.
En cuanto a la montagna. La etapa reina fue el intento de coronacion del pico Cangshan, a (4100m) a la que nos llevamos el remo. Nos avisaron de que este agno todavia nadie habia intentado coronarlo por la nieve que tapaba todo. En aquel momento, inspirado por la imagen blanca del pico desde abajo, me acorde de varios personajes. Primero me acorde de la voz de Sebastian Alvaro y de sus programas y charlas radiofonicas hablando sobre parajes de otro mundo. Despues me acorde de mi amigo Rodrigo y de todos los relatos y pasiones montagneras que hemos compartido y de como disfrutaria de estar aqui conmigo. Te eche de menos amigo. Estos grandes personajes, o quizas el buen dia que hacia, nos animaron a intenterlo para poner a prueba nuestras fuerzas.
La ruta empezaba por un pinar y estaba clara. A medida que subimos unas horas la nieve fue apareciendo en grandes cantidades y los pinos fueron dando paso a los abetos. La nieve nos cerraba el paso y estuvimos a punto de renunciar en varios momentos. Las zonas de bambu eran las mas peligrosas pues estaban cortados en diagonal y se convertian el lanzas puntiagudas si uno tropezaba. La nieve no aguantaba igual en todas las zonas y a veces se hundia hasta la ingle y las rocas y banbues golpeaban duro. A final decidimos seguir pero ya a traves de la nieve entre los arboles por ser imposible encontrar la ruta. Nos encontramos pues subiendo por un abetal de 45 grados de pendiente y mas de un metro de nieve de profundidad a casi 4000m de altitud. Al final coronamos un pico un poco por debajo del que queriamos pero valio la pena. Aun asi fue duro realmente. Antonio sufrio una contusion en la rodilla al clavarse metro y medio en la nieve al lado de una roca. Ambos volvimos con cortes de bambu en las manos. La contusion de Antonio no es grave pero nos limito el resto de dias y finalmente tuvo que bajar en telesilla desde el templo. Yo, como no aprendi la leccion, decidi bajar corriendo para llegar antes que el telesilla y lo consegui sin contusiones.