Con diez años recibà unos de los regalos que con más cariño recuerdo. Aunque parezca algo triste, fue un videojuego. “Illusion of Time†se llamaba. ValoradÃsimo juego de rol para la snes. ¿Por qué tanta estima?
Aprendà muchÃsimo jugando en aquel mundo maravilloso de extrañas criaturas y lugares. Horas que perdà de sol y correrÃas (tampoco tantas), pero que ahora me parecen impagables. Entre los escenarios de juego pude encontrar –al principio no reconocà aquellos parajes como existentes en nuestra realidad o mitologÃa-, el Desierto de Nazca, los Jardines Colgantes, el continente perdido de Mu, la Torre de Babel o ANGKOR WAT.
Angkor se mostraba como el terreno más amplio y extraño que el juego ofrecÃa. Enormes patios, estatuas con rostros exagerados que cobraban vida, plantas exuberantes, luz… Se convirtió en mi momento preferido de Illusion of Time.
Desde entonces siempre he tenido gran curiosidad respecto a cómo serÃa Angkor y sus templos; llega el momento de saberlo…
Diez años más tarde, volvà a encontrarme con Angkor. Esta vez en una pelÃcula que Iñaki me grabó: “Deseando Amar (In the Mood for Love)â€, de Wong Kar Wai. Hacia el final de la pelÃcula aparece una retransmisión documentada que relata la invasión de Vietnam en Camboya que derrocó a los “Khmer Rougeâ€. Después el protagonista aparece en Angkor, paseando entre un laberinto de plazas, torres, estatuas y patios. Apoya su rostro en una columna tallada y cierra los ojos.
Lo que nos encontraremos va a ser sin duda sorprendente. El templo de Angkor Wat es el edificio de culto religioso más grande de la Tierra. El complejo de Angkor fue construido entre los siglos X a XIII, por la dinastÃa de los Khmer y consta de más de 100 templos diferentes. Angkor Wat, el mayor de los templos, data del año 1152 y fue edificado en honor Vishnu.
La realidad actual, lógicamente, no tiene nada que ver con la del juego o la de hace 10 siglos. Miles de turistas invaden los patios de Angkor cada año. Su conservación peligra. Regentado por monjes budistas recibe poca financiación por parte del gobierno. Es Camboya.
No sé qué esperar cuando tenga ante mis sentidos este lugar. Mi hermana estuvo hace relativamente poco y lo recuerda como algo sobrecogedor. Me alegra muchÃsimo compartir esta experiencia (una entre muchas) con mis tres compañeros de viaje; más adelante relataremos nuestras impresiones aquà en el blog.